Conocí a una niña, niña porque lo decían sus años y no su alma escondida tras el azul triste de sus pupilas. No tenía mucho contacto con otros niños porque era bastante introvertida y huidiza. Como si le diese miedo el entorno. Sólo estaba inmersa en un mundo propio construido de sueños imposibles.
Me la imagino entonces, postrada en el lecho mirando al techo de la habitación pensando... pero ¿en qué podría estar pensando?
Era tan pequeña
¿Tal vez en tener a alguien a quien poder contar sus desdichas infantiles penosamente almacenadas?
¿O tal vez en tener entre sus brazos una muñeca a la que poder llamar por su nombre y expresarle su cariño?
O en un osito de peluche recostado sobre la cama esperándola en la tan deseada noche para hacerle compañía y contarle sus anécdotas cotidianas.
O en tener un libro de cuentos sobre la mesilla de noche para poder alimentar sus ilusiones de princesa. ¿O quizás en poseer cromos de palma para coleccionarlos y mariquitas para recortarlas y vestirlas como a ella le gustaría vestir, combinando los zapatitos con el bolsito y falditas de colores a las que diera diferentes tonalidades con los lápices de colores?
Era tan pequeña
¿Tal vez en tener a alguien a quien poder contar sus desdichas infantiles penosamente almacenadas?
¿O tal vez en tener entre sus brazos una muñeca a la que poder llamar por su nombre y expresarle su cariño?
O en un osito de peluche recostado sobre la cama esperándola en la tan deseada noche para hacerle compañía y contarle sus anécdotas cotidianas.
O en tener un libro de cuentos sobre la mesilla de noche para poder alimentar sus ilusiones de princesa. ¿O quizás en poseer cromos de palma para coleccionarlos y mariquitas para recortarlas y vestirlas como a ella le gustaría vestir, combinando los zapatitos con el bolsito y falditas de colores a las que diera diferentes tonalidades con los lápices de colores?
Los ojos de la niña que conocí trasmitían soledad.
Siempre estaba mirando a través de las ventanas y si a lo lejos había una fiesta deseaba ser mayor para poder asistir. Le parecía algo inalcanzable.
Para evitar que escapase, a veces sus padres la dejaban encerrada en casa. Entonces subía al tejado y se sentía libre.
Era tan inocente que los propios vecinos se aprovechaban de ella. Una vez le preguntaron en dónde sus padres guardaban el dinero para robarlo y ella sin maldad les dijo donde estaba.
En realidad, se sentía desprotegida: era de pueblo y trasladarse a la ciudad supuso un cambio brusco. Al principio tuvo que ir a un colegio de monjas interna, sin amigas y siendo un poco la comidilla de las (señoritas) del momento.
El tiempo transcurrió y se fue integrando. No se la veía tan indefensa. Su cara mostraba la extroversión ganada con el tiempo y su rostro era cada vez más bello y resplandeciente. Ya tenía amigas y amigos para poder salir y compartir sus impresiones como cualquier adolescente de su edad. El pasado iba quedando atrás, era como cerrar un capítulo de su vida.
Sé que se casó, que se trasladó a vivir a Nantes (París) y que cumplió su sueño de ser madre. Estoy convencida de que sus hijos nunca sentirán la soledad que la acompañó durante los primeros años de su infancia.
me encanta cómo combina la música con tu post: let's dream the impossible dream, nada es imposible y lo que queramos lo conseguiremos, ya verás
ResponderEliminarbeso
ahora entiendo de donde venia esa musica .. que no precisamente salia de windows media ajajja
ResponderEliminarYo también estoy segura de que sus hijos no se sentirán como ella, aunque desgraciadamente mi experiencia me dice que el sentimiento de aquella niña cada vez es más frecuente en nuestros pequeños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bien!!!!!!!!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, sobre todo el halo de esperanza que hay detrás :)
Besicos
HIIIIIIII
ResponderEliminarHOW ARE YOU DEAR
I HOPE YOU HAVE YOU GOOD TIME.
TODAY I AM ADDING YOU IN MY BLOG ROLL ,
I HOPE YOU ALSO ADD ME .
I M ADDED YOU BECAUSE YOU ARE THE BEST BLOGGER.
BYE,
TAKE CARE,
Es cierto !..la música va perfecta al post, he tenido que ponerme los auriculares al leer las respuestas, y volverlo a leer :-)
ResponderEliminarEspero, deseo, que sea una mujer feliz.....:-)
Besitos guapa
Creo que tambien yo le pondré banda sonora a mis entradas.
ResponderEliminarQue bonito, algo triste, pero bonito.
ResponderEliminarUna historia triste pero esperanzadora, y con final feliz.
ResponderEliminarEs una lástima, pero en la vida real, muchos niños sufren de esa soledad devastadora que acompaña su infancia, se supone que debe ser un período lleno de amor y alegría...
Gatilla, tengo que agradecerte esas palabras tan conmovedoras que dejaste en mi blog, sin duda me emocionaste.
Besitos preciosa!
Muakkkkkkkkkkkkkkkkkkk
Qué triste que una niña pueda experimentar desde su tierna edad, tanta soledad. Mejor me quedo con el final, logró por fin encontrar el amor y con ello, la alegría.
ResponderEliminarPrecioso post.
Muchos besos gatita,
Shanty
"¿Tal vez en tener a alguien a quien poder contar sus desdichas infantiles penosamente almacenadas?" >>>>> Me ha encantado esa frase. ;)
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi blog. Te añado como link ;)
Salu2.
las fotos del blog son todas preciosas, y lo que escribes me encanta!! esta historia me ha gustado muchísimo! he llegado aquí por casualidad y la verdad es que me gusta mucho el blog!! besitos
ResponderEliminarLa música es una maravilla y el escrito me encanta pero me parece un poco triste por la mirada de esa niña que siente soledad, pero siempre el amor lo vence todo, porque es lo más grande que existe en el mundo.
ResponderEliminarUn abrazo preciosa.
muchas gracias por tu visita y por agregarme!! por supuesto que seguiremos en contacto. Tu blog me ha llamado la atención sólo verlo!! hasta prontito!! queda pendiente la foto de las verduras del mercat de la boqueria, porque es preciosa la combinación de los colores y de las formas!!
ResponderEliminarSé muy bien cómo se sentía esa niña.
ResponderEliminarLo recuerdo.
Y puede ser feliz y una madraza, porque a sus hijos nunca les faltará amor, dedicación y fantasía.
Besos, gatita.
Lamentablemente los dolores de la infancia -me refiero a los extraordinarios, como el que aquí narras- son muy dificiles de superar de mayores. Hay una marca indeleble del niño que sufre en el mayor que se vuelve, sólo personas de mucha fortaleza espiritual pueden superarlos. Ojalá que este sea el caso!
ResponderEliminar¡¡YO CREO QUE LA SOLEDAD DE ESTA NIÑA SERA VENCIDA CON MUCHO AMOR¡¡
ResponderEliminarHEMOSISIMA MUSICA¡¡
nono, te juro que siempre quise ser grande...
ResponderEliminarseguro que sus hijos van a ser muy felices, con ella, a pesar de todo el amor verdadero de madre cura muchas cosas y termina de sanar el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo
joder.
ResponderEliminarQué miedo.
Me ha encantado e impactado mucho esta historia, supongo que me ha llegado porque muchos de nosotros en nuestra niñez nos hemos sentido así, con esos ojos de soledad. Las cosas por desgracia o por fortuna cambian y hay que aceptarlas.
ResponderEliminarUn beso fenómeno!
Me encanta cómo escribes!
Ya tienes una fan!
Maullo de placer, bonito de verdad, vengo de otro blog y me gusto el nombre la gata coqueta (me encantan los gatos, más aún las gatas) y por eso pinche en tu blog, por curiosidad y me encuentro con otro bonito blog de cuentos, un saludo a la distancia Tia Elsa
ResponderEliminarEspero que fuera como tu dices.
ResponderEliminarBesos.
Una historia triste, porque ya nadie le devolverá su infancia… pero esta redactada con mucha dulzura… enhorabuena!
ResponderEliminarMenos mal que la vida le ofrece una recompensa de frutos que le harán feliz.
Muchos besitos guapísima
Querida amiga:
ResponderEliminarTe ofrezco con mucho cariño, el premio a la amistad, que puedes pasar a recogerlo a mi blog.
Muchos besos,
Shanty
Que linda historia! Nos ayuda a pensar que la soledad se puede superar, al igual que cualquier obstáculo en la vida.
ResponderEliminarMe encantan tus historias! y muy dulce la música. Hermoso blog!
Besotes!!!
P.D:Gracias por dejar mensajitos en mi blog! Estuve dos dia sin internet :( pero ya estoy otra vez! Hasta la próxima!!!
A veces la soledad de la infancia nos hace más fuertes de mayores.
ResponderEliminarHistoria triste, pero con final feliz, me gustó y la foto también.
Saludos!
HOLA
ResponderEliminar¡PASE A SALUDARTE¡
Darnit! I wish I could speak spanish!!! cute hairstyle...
ResponderEliminarxCC
bonito texto, mucho.
ResponderEliminarBUENAASSSSSSSS como anda vecina ! Curisseando por los techos dí con su tejado!! Un placer !!! Vuelvo y te enlazo!!!!!!!!
ResponderEliminarbESOSOSOSOS
Muy buena la música, que historia queida amiga pobrecita, menos mal que puedo mejorar su vida.
ResponderEliminarUn beso y buena semana
Estoy segura de que esa niña se ha convertido en una mujer entera y verdadera que ha encontrado el camino certero hacia su valía personal.
ResponderEliminarUn beso
Me dió un poco de tristeza... es que era como verla, tan real... Por suerte terminó bien, y espero de corazón que semejante tristeza no la pasen sus hijos ni nadie más. Si hay algo que me desarma es ver un niño triste...
ResponderEliminarBesos