Hoy te voy a visitar,
y te depositaré una rosa
como las que a ti te gustaban.
El color no importa;
rosa, roja, blanca o amarilla.
Lo cierto es que nunca sabré tratarlas con el amor con que tú lo hacías,
regalándomelas con algún poema
espontáneo escrito de tú puño y letra.
Luego me mirabas a los ojos para saber,
si yo sentía lo mismo al recibirla que tú al entregarla.
Tú eras el hermano, padre o abuelo
que nunca he tenido, el protector invisible,
siempre presente cuando te necesitaba.
En nuestra última entrevista solo te preocupaba
saber si me sentía lo suficientemente querida.
En el cumpleaños, en el santo,
y en otras fechas importantes,
siempre estarás en un archivo de mi corazón;
un archivo exclusivo para ti.
Siempre adoraré tus noventa y cinco años.
¿Podre algún día llegar?
para poseer tú sabiduría....
Hasta mañana.
Hasta siempre.
Hermosas palabras dedicadas; hermosa presencia en las huellas del tiempo, por siempre jamás.
ResponderEliminarHermoso poema!, veo que tu blog recien comienza y va a tener un exito, me gusta mucho como escribes.
ResponderEliminarUn beso
Yo tambien quiero....
ResponderEliminarBesos
Hola, bonito blog y muy tierno, me gusta mucho, un saludo.Lo leeré entero en cuanto tenga algún día libre.
ResponderEliminarXao.
ju q bonitooo
ResponderEliminar¡Qué difícil es encontrar gente que te pueda aportar todo eso! Afortunado el que lo consigue.
ResponderEliminarNos vemos
Qué bonito si las dedicaste, espero que esa persona le hayan llegado al corazón palabras tan tiernas.
ResponderEliminarGracias por pasar a conocer mi nuevo blog Mujeres fabulosas.
Un abrazo
Que dulce, que intenso !!
ResponderEliminarTienes un corazón de oro, mi niña ! :-)
Besitos
Estoy de acuerdo con Miguel.
ResponderEliminarSolo dire dos palabras ¡Finura y elegancia!
Besos