LA GATA COQUETA

LA GATA COQUETA

Deja tus huellas y compartiremos amistad






Mi cariño descansa sobre tu regazo, encontrando la paz y la calma que el alma reclama...





Obsequio La Diosa Minerva

Mi felicitación y cordial agradecimiento para mariluz, autora del blog "Y se hizo la luz" que ha tenido la gentil delicadeza de dicarme una entrada para desearme que tenga un feliz descanso...

Detalles así son los que te conmueven y demuestran hasta dónde puede llegar la magia de la amistad...


Mi querida mariluz;

Con la mano te digo adiós

con los ojos hasta luego

con la boca hasta pronto

y con el corazón te quiero!!


Atte.

María Del Carmen

6/5/14






Hoy es un buen día

para tener un buen día...

Un abrazo de arminño

y un beso de cariño.

Atte.

María Del Carmen




Le doy las gracias tanto a Marta Graciela como Ma Gloria Carreón Zapata por tan delicado detalle, sintiéndome honrada por encontrarme al lado de tan insignes personas, que aman el arte, lo desarrollan y proyectan con mayúsculas, cuando por mí parte no soy poeta, yo solo enebro las palabras con mucho amor para no defraudar ni ser defraudada...Pero un día como el de hoy es y será recordado como un hecho que me ha dejado unas huellas afectivas muy relevantes y significativas!! Un fuerte abrazo para mis dos amigas!! 10/7/2014

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Marta Graciela Trainini
Cómo poder responder tantas "palabras enhebradas" en el encanto mágico, iluminando el amor que maravillosamente sientes!!! Hoy nos alegramos mutuamente y al escucharte también me emocionó la sorpresa de poder tenerte cerquita aunque sea por un momento dónde me llenó el alma. Gracias por esa alegría generada en la dicha que me das constantemente en cada día que te presentas, con tu distinción y belleza dónde te brindas por dentro y fuera. Reitero ese abrazo que se materializa en cada instante del recuerdo constante, mi querida y linda amiga!!



sábado, 6 de febrero de 2010

Lo que pudo ser... un trágico día



Hoy recuerdo algo que me ha sucedido hace algún tiempo y pienso una vez más cómo somos y cómo no se sabe el resultado de nuestras acciones hasta el final…

Un día mi pareja me pide ir a recogerlo al taller de reparaciones a las ocho de la mañana del día siguiente. Sabía que tenía que salir de casa sobre las seis y media puesto que me llevaría el trayecto por una carretera comarcal una hora.

Arranco el coche, pongo la música como casi siempre y me encamino a mi destino. Después de quince minutos en carretera, me doy cuenta de que viene detrás de mí un coche pegándose demasiado por momentos, ocupado por dos hombres que me daban la sensación de no a ver ido a casa a dormir aún, siendo lunes de madrugada. Se acercan más y me piden paso con las luces y usando el claxon a tope vamos de cachondeo puesto que pasaban bien, me echo aun más a mi derecha por la estrechez y pongo la intermitencia dando paso, me adelantan y me quedé en la gloria, sin nadie delante ni atrás para seguir a mi marcha.

Ya había pasado media hora desde que me había adelantado el coche más o menos y no lo había vuelto a divisar. Pero nada más salir de una curva y visualizar una recta… ¿A que no sabéis lo que veo al final casi de ella?… Allí estaba el coche que me había adelantado atravesado en lo ancho de la calzada esperándome.

Me encuentro a las siete de la madrugada sin clarear aún, un día de invierno, veintidós años de edad sola y en un sitio desierto que no pasaba un alma por ser temprano… ¿Qué me podía esperar?

Y una vez más a tomar decisiones de inmediato según el caracter de casa cual… El coche que conducía era un Mercedes de gasolina automático y en el momento que me percato de lo que podían estar planeando aquellos dos individuos, piso el acelerador a fondo sin pensarmelo dos veces…

No estaba muy segura de lo que iba suceder, pero el resultado ya se sabría. Cuando ellos vieron lo embalada que venía, que no estaba asustada y que iba a por todas… Ya se lo debieron de pensar de otro modo. Faltaban muy pocos metros para colisionar...

Pero en ese justo momento dieron un giro de 90º a velocidad de vértigo y se esfumaron ante el peligro que vieron que se les acercaba, y me sentí como si no los hubiese visto ni existido en mi camino aquel amanecer que pudo ser tan nefasto para mi. Sólo me quedaba reducir a la velocidad adecuada para seguir dominando el coche cuando entrase en la próxima curva.
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¿Como habrías reaccionado vosotr@s en la misma situción?

La gata coqueta