
A eso… a eso…
A eso de caer y volver a levantarte;
de fracasar y volver a comenzar;
de seguir un camino y tener que torcerlo;
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo…
A eso, no le llames adversidad,
llámale... ¡¡Sabiduría!!
A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente;
de fijarte una meta y tener que seguir otra;
de huir de una prueba y tener que encararla;
de planear un vuelo y tener que recortarlo;
de aspirar y no poder, de querer y no saber;
de avanzar y no llegar…
A eso, no le llames castigo,
llámale... ¡¡Enseñanza!!
A eso, de pasar días juntos radiantes;
días felices y días tristes;
días de soledad y días de compañía…
A eso, no le llames rutina,
llámale... ¡¡Experiencia!!
A eso, de que tus ojos miren y tus oídos oigan;
y tu cerebro funcione y tus manos trabajen;
y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta;
y tu corazón ame…
A eso, no le llames naturaleza humana,
llámale… ¡¡Milagro!!
A eso, de que tus ojos estén leyendo este mensaje
y que tengas el tiempo para disfrutarlo,
y que escuches esa melodía y tengas esa sensación
de cariño...
A eso..., no lo llames casualidad,
llámale ¡¡Amistad!!
Anónimo
Enviado como regalo de amistad, por mi amiga Norma Sandoval.
¡¡Gracias!! Por las semillas de amor que sigues sembrando al entregarme estos mimos...