La vida es un tranvía... de muchos vagones

Esta semana pasada, el jueves veintitrés, con motivo del día del libro me han llegado varios detalles de rosas, de amig@s de Catalunya o que viven en allí, donde se celebra con gran entusiasmo la festividad de Sant Jordit.

Recibí algo especial de María, la autora de Mi pluma de cristal; no es un meme si no algo más creativo y original, donde participa la imaginación.

Tienes la opción de escoger para escribir un cuento, un poema, una definición, o un relato en el que estén incluidas las palabras siguientes: vida, amor, literatura, sexo, viaje, cine; se deben de pasar a seis blog de mujeres (a ser posible), poner sus links, y avisarlas.

Como son solamente seis, es difícil elegir, no obstante intentaré pasárselo a amigas que por algún motivo personal, me han hecho pensar en ellas en estos momentos, sus blogs son:

Un rincón del Mediterráneo - Esperanza - Caminando el horizonte – Buscando una salida – Lisebe y La mirada sencilla.

Según la reglas son seis blogs de mujeres… y ¿Porque no también seis blogs de hombres? ¿Dónde está el problema? Luego cada cual que haga según estime oportuno, ellos son:

Rincón de la imaginación – Adolfo Payés – En nuestro camino – El cristal de los sueños – Jaquemate y De verso en cuando.

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Éramos jóvenes pero sensatos, por eso tomé la decisión de seguir adelante y aceptar la proposición de noviazgo en cuanto me lo insinuó.

Como llevaba una Vida muy tranquila, la primera cita era un gran acontecimiento y el tiempo transcurrió a velocidad de vértigo; sin darme cuenta la semana ya había pasado.

Me iba a encontrar con el nuevamente, e intenté pensar de que iba hablar, para que no se me notase la emoción y la inseguridad por falta de experiencia.

Y las cosas no siempre son como uno se lo imagina, sino más bien como surgen y de mano fue lo más sencillo: el estaba en el mismo caso que yo. Me gustó su primera propuesta: ir al Cine y así ya teníamos de que hablar. La película era Nacida Libre, aun guardo la banda sonora…

Al llegar a escribir este episodio en este preciso instante, se me pasa por la mente escucharla… me imagino otra vez entonces, con la misma ropa: un traje de paño en rojo, una camisa blanca con chorreras, los mismos zapatos en color hueso de tacón de aguja y bolso a juego, un baúl diminuto con asa de metal en dorado…

Me empiezan a caer unos lagrimones, que no veáis…

Y como él se encuentra de Viaje en estos momentos, lo llamo, no puedo esperar más para sentirlo a mi lado hipotéticamente y escuchar su voz, esa que nunca cambia…

Le comento lo que estoy escribiendo y lo que siento, y que tengo un momento de nostalgia aguda, subo el volumen del PC, acercando el móvil hacía él y le pregunto…

-¿La reconoces?,

-Te acuerdas…

- Nena, siempre serás igual, tengo la sensación que el tiempo no transcurre para ninguno de los dos y que estamos a la orilla del mar, en aquel acantilado que tanto te gustaba, haciéndote mi declaración de Amor, en aquel domingo… primaveral si mal no recuerdo un siete de mayo.

Me pongo tontita más de lo que ya estaba y sigo tecleando…

A partir de aquel primer encuentro de entonces todo siguió fluyendo con total normalidad como cualquier pareja, con una salvedad, nuestro tiempo de noviazgo sólo fue de catorce meses, lo suficiente para conocernos, a pesar de que sólo salíamos los domingos por su trabajo y los jueves sólo a tomarnos un café, como punto de encuentro.

Tomamos la costumbre de que cada semana uno de nosotros compraba un libro de una colección de Literatura clásica, una edición en plan libro de bolsillo, que constaba de cien obras. Abarcaban todos los temas: venganza, amor, Sexo, abandono…

La colección se acabó después de casados. Con el paso del tiempo logré hacerme con algún número suelto que se les había olvidado guardarnos en la librería, y hoy los tenemos todos, encuadernados y forrados.

Y como se suele decir, colorín colorado este cuento se ha acabado por hoy, mañana más y mejor si lo llego a contar, siempre que no cambie de idea…
La Gata Coqueta