En algún estado de mi interior
una mañana por una plaza transito...
¿Lo he visto o lo he soñado...?
Había jóvenes de la nueva corriente
que en silencio, cartel en mano
regalaban abrazos a los viandantes
No comprendo y me dejo llevar,
al ser seducida por algo tan bello
Cada ser lleva impresa la rutina
en la primer arruga de la piel
la inseguridad es el saludo habitual
y la hipocresía esporas que la brisa pasea
siendo impensable desnudar el alma...
Me sentía feliz ante tan genial idea
y al ver a un anciano a lo lejos
que la soledad y las sombras
eran su consuelo lo abracé
muy fuerte, para trasmitirle ternura
y lo pinte a besos...
El me presento sus ojos de niño cansado
se sentían asustados y sorprendidos ante mí
no recordaban lo que era un abrazo
en su desván de los recuerdos rotos...
...habían quedado
...el consuelo y el cariño postergados
desde mucho tiempo atrás....
¿Lo he vivido o lo he soñado..?
¿Me puedes tú sacar de esta duda que me persigue acuciando la mente?
Es un hecho aislado o es a lo que nos tenemos que ir haciendo a la idea como algo cotidiano de este siglo en el que nos ha tocado vivir.
¿Es normal encontrar a los mayores con el desasosiego de la incomprensión en sus caras, faltos de atención después de la que ellos han dado a sus hijos, apartados y aislados de su propio hogar...?
¿Quiero creer que es un despropósito que el sueño me ha jugado...?
Estas dos rosas si te acarician el alma... Llevalas!!
María del Carmen