LA GATA COQUETA

LA GATA COQUETA

Deja tus huellas y compartiremos amistad






Mi cariño descansa sobre tu regazo, encontrando la paz y la calma que el alma reclama...





Obsequio La Diosa Minerva

Mi felicitación y cordial agradecimiento para mariluz, autora del blog "Y se hizo la luz" que ha tenido la gentil delicadeza de dicarme una entrada para desearme que tenga un feliz descanso...

Detalles así son los que te conmueven y demuestran hasta dónde puede llegar la magia de la amistad...


Mi querida mariluz;

Con la mano te digo adiós

con los ojos hasta luego

con la boca hasta pronto

y con el corazón te quiero!!


Atte.

María Del Carmen

6/5/14






Hoy es un buen día

para tener un buen día...

Un abrazo de arminño

y un beso de cariño.

Atte.

María Del Carmen




Le doy las gracias tanto a Marta Graciela como Ma Gloria Carreón Zapata por tan delicado detalle, sintiéndome honrada por encontrarme al lado de tan insignes personas, que aman el arte, lo desarrollan y proyectan con mayúsculas, cuando por mí parte no soy poeta, yo solo enebro las palabras con mucho amor para no defraudar ni ser defraudada...Pero un día como el de hoy es y será recordado como un hecho que me ha dejado unas huellas afectivas muy relevantes y significativas!! Un fuerte abrazo para mis dos amigas!! 10/7/2014

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Marta Graciela Trainini
Cómo poder responder tantas "palabras enhebradas" en el encanto mágico, iluminando el amor que maravillosamente sientes!!! Hoy nos alegramos mutuamente y al escucharte también me emocionó la sorpresa de poder tenerte cerquita aunque sea por un momento dónde me llenó el alma. Gracias por esa alegría generada en la dicha que me das constantemente en cada día que te presentas, con tu distinción y belleza dónde te brindas por dentro y fuera. Reitero ese abrazo que se materializa en cada instante del recuerdo constante, mi querida y linda amiga!!



domingo, 28 de octubre de 2012

Una tarde muy castiza


En el Madrid de los Austrias, una tarde del mes de mayo me dejo guiar por sus museos, palacios y jardines, mientras se va convirtiendo en un paseo de recuerdos que aun destilan palpitantes vivencias…

Llevada sobre los pasos de esos recuerdos, me acercan hasta la calle de Alcalá, donde el maestro Padilla aún tiene  presente a la Violetera…

…llévelo usted señorito que no vale más que un rial….
 …cómpreme usted este ramito para lucirlo en el ojal!!


Acompañada por olores y sabores del día de la festividad de su patrono, San Isidro.

 Con olores que se van deslizando por entre las rendijas de los balcones, de las partes más castizas de esta cosmopolita ciudad que es Madrid!!

Se oye un organillo a lo lejos donde los chulapos y chulapas bailan el chotis vestido para la ocasión.

Y entre toda esta amalgama de colores y sensaciones me detengo a tomar un refresco en una de las calles del casco antiguo, al lado del El Monasterio de las Descalzas Reales, donde voy a tener el gusto de encontrarme con una amiga muy querida a través de los blogs, que aun no habíamos coincidido para darnos ese abrazo que tanto deseábamos ambas desde hacia bastante tiempo.


Al poco de tomar asiento llego Amparo, una persona que si en el blog es un ángel, en persona es un cielo de mujer, extrovertida, con un dinamismo y vehemencia que se sale de lo corriente, irradiando vida a través de las pupilas. Y en ese instante me sentí y me siento muy afortunada de ser su amiga abrazando y reforzando aun más si cabe una amistad que ya se había comenzado a consolidar con bastante anterioridad.

Custodiadas por dulces sorbos de horchata, dejamos abiertos unos desinhibidos corazones para que fluyeran pensamientos y sentimientos…

Quedando ya de mano obnubilada por su historia de amor, truncada cuando era muy jovencita y reanudada precisamente en este año, después de haber estado casada y ser madre. Rompiendo con el pasado y recobrando el tiempo perdido. Siendo apoyada por sus hijos que dan como un hecho acertado, que la felicidad debe de ser ante todo la dueña de todas las prioridades…


El tiempo se fue consumiendo al paso de una melodía, sabiendo a poco, ante la emoción contenida de las dos.

 Con nostalgia en nuestras caras llego la hora de despedirnos y si antes me había asombrado por su porte y saber estar, aun me sorprendió mucho más, cuando me puso sobre la mesa un paquete que contenía dos regalos, una muñeca a la que le bordo mí nombre en la pechera del vestido y una caja en tonos azules decorada con sus propias manos, con la técnica del découpage….
Terminando por desarmarme emocionalmente sin poder contener las lágrimas que rodando se deslizaban mejillas abajo…

Es una tarde con rasgos de optimismo para compartir con vosotros, que hacéis posible este comportamiento de hermandad a través de este mundo digital, que nos brinda la oportunidad, poniéndola a nuestro alcance diariamente.

Un abrazo
y buen comienzo de semana para todos!!

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sábado, 20 de octubre de 2012

Desafortunado desenlace



Voy a intentar proyectarme hacía atrás en el tiempo...

Atrayendo a la memoria algún párrafo de la vida de Musí. Párrafos que se quedaron celosamente archivados donde las lágrimas pudieron desahogar su pena. Los episodios están un poco borrosos por el paso del tiempo, pero aun así, por su cariño y dulce compañía, son todavía un perfecto referente que se pueden etiquetar, como un desgarro de sentimientos en el lienzo del pasado...

Era de entre los mininos el más hermoso para mis ojos, para mis manos el más suave peludo, y para el corazón el muñeco más amoroso que nunca había tenido.


Para la ingenua inocencia él era el tesoro más preciado que nunca había tenido y a partir del momento en que paso a formar parte de mi vida, nunca podría pasar sin tener uno a mi lado...


Cuando me ponía enferma de un simple costipado, después de visitar al doctor, a continuación recibía un modesto regalo y así es como entró en mi vida Musí.


Nacer en un paraje deshabitado y desahuciado de la compañía de seres humanos a parte de la de los propios padres, condiciona la vida de todo ser vivo y aun más la de un niño, motivo evidente y más que justificado para que ellos los padres, tomaran la sabia determinación de irse a otra parte, donde los proyectos se alimentaban de la creciente corriente del progreso, en la época en curso.


Musí se encontraba obnubilado con el cambio, había demasiados tejados para descubrir y demasiadas palomas comunes, sin olvidarse de las mariposas y libelulas para jugar con ellas, arqueando sus erizados bigotes al viento. Pero Musí ignoraba que las palomas tenían un dueño con el alma tan sombría como la noche. Haciéndole la vida imposible a todo aquel que se sintiera feliz, (lo que él nunca supo serlo) aunque sólo tuvieran dentro de sus bolsillos la luz del día por alimento, siendo ya una bendición del cielo...


Todas las tardes esperaba fielmente a unos metros de la finca el regreso de sus ocupantes. Cola en alto y dulces ronroneos, relamiéndose de paso, para festejar el recibimiento, con olor y sabor a retos de sardinas...


Una de las tardes no estaba de espera como de costumbre, siendo causa de una eminente desazón. Se pregunto a los vecinos más próximos y a los más alejados, pero nadie supo dar fe de él.


Musí nunca regreso a casa. Pero por esas casualidades de la vida, con las que se suelen tropezar los niños... Es escuchado al próspero terrateniente, dueño de todo lo que estaba a su alcance, comentar con subida prepotencia, que había liquidado de un tiro, al gato intruso de los nuevos inquilinos, con la satisfacción eufórica de un recobrado trofeo...Marcando el antes y el después de su dominante carácter!!


¿Te imaginas como se debía de sentir aquella niña, que aun, no sabía lo que significaba la incomprensión de seres tan crueles...? Siendo aun más la humillación, por ser un familiar a quien se le debía rendir respeto y una cordialidad ya inexistente.


Son cosas que se suceden y sin ser apreciadas te preparan para asumir cualquier contratiempo en lo sucesivo, generando una coraza invisible, para sobreponerse sin ser derrumbado anímicamente ante cualquier asalto, generando una mayor fortaleza interior.


Hace unos meses, sentí la imperiosa necesidad de recrear la vista por el interior de la casona y aledaños, para revivir parte de la vida de Musí que había dejado teñida de tristeza aquella hacienda durante el resto de los años. Despertando de nuevo en mí la sensación de impotencia propia del niño defraudado.


Y mientras hoy voy escribiendo llevo adherida en el alma la satisfacción, de saber que mis descendientes, tan siquiera conocen a esos sus parientes, bisnietos de aquel oscuro personaje lidiado por la arrogancia, que un desafortunado día rompió el hilo conductor familiar que le unía aquella niña; que lo supo perdonar, pero nunca olvidar...



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